En todo taller de cerámica se generan recortes, restos de piezas que no prosperaron o excedentes de pasta. Lejos de ser desperdicio, este material puede volver a utilizarse gracias a un recurso clave: la solera para recuperar pasta.
La solera es una superficie porosa, generalmente de yeso, que permite absorber el exceso de agua de la arcilla. De esta manera, la pasta recuperada vuelve a tener la plasticidad y consistencia ideal para modelar o tornear.
Su uso es fundamental porque:
Favorece el aprovechamiento total del material, evitando pérdidas.
Permite mantener una consistencia homogénea en las arcillas recuperadas.
Optimiza tiempos en el taller, ya que el secado es rápido y uniforme.
Es una herramienta simple, económica y muy duradera.
Contar con una solera lista para usar es una gran ventaja: evita el trabajo de fabricarla artesanalmente (que puede llevar tiempo y requerir experiencia) y asegura un resultado inmediato y efectivo.
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